Plantas inofensivas (a primera vista)
- Paula Granado
- 20 may 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 29 sept 2020
¿Sabías que algunas plantas pueden causar quemaduras en la piel tras tocarlas y exponernos al sol? Aunque son datos poco conocidos, estos efectos ya se describieron en el año 1250 d.C. por un médico árabe-andaluz llamado Ibn al-Baitar. Hoy en día sabemos que las heridas en la piel se deben a las furanocumarinas.

Las furanocumarinas son moléculas fotoactivas, es decir, se activan con la luz al absorber su energía. Son sintetizadas por varias familias de plantas: Apiaceae (ej. perejil, eneldo, hinojo, apio, zanahoria), Rutaceae (ej. cítrico), Moraceae (ej. higo) y Fabaceae (ej. lenteja, garbanzo). Son plantas que usamos habitualmente en la cocina y que tienen una cantidad variable de estas moléculas, según la parte de la planta y la época del año.
Son las responsables de la fototoxicidad o fotoirritación causadas por algunas plantas. Estos términos hacen referencia a la propiedad que tienen algunas moléculas de exponerse a una radiación concreta y activarse, volviéndose tóxicas. Pueden causar la irritación en la piel llamada fitofotodermatitis. Se trata de una irritación debida al contacto de la piel con las furanocumarinas y una exposición solar simultánea. Estas moléculas se activan al recibir la luz del sol y causan alteraciones en el material genético, en las vías de señalización y en la membrana celular.
La intensidad de la reacción depende de la cantidad de furanocumarinas en la planta y del tiempo de exposición a la luz solar. Los síntomas aparecen hacia las 24 horas posteriores a la exposición: escozor, inflamación, hiperpigmentación de la piel y ampollas. No obstante, se tratan de heridas temporales y que solo afectan a la epidermis, la zona más superficial de la piel.
La fototoxicidad podría haberse generado como mecanismo de defensa por parte de las plantas. Los animales que las consumen sufrirían daños y, con el tiempo, aprenderían a no alimentarse de ellas.
Tal y como ha sucedido con otros componentes de las plantas, se ha descubierto que tienen propiedades terapéuticas anticancerígenas y antioxidativas. Una célula se vuelve tumoral cuando no regula su proliferación, de forma que envía señales descontroladas para multiplicarse. Las furanocumarinas alteran estas vías de señalización proliferativas, evitando que las células se reproduzcan sin una regulación.
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Referencias:
1. Drugs. Fitofotodermatitis. Disponible en: https://www.drugs.com/cg_esp/fitofotodermatitis-aftercare-instructions.html Fecha de acceso 12 mayo de 2020
2. Hung W-L, Hyuk J, Wang Y. Chemistry and health effects of furanocoumarins in grapefruit. J Food Drug Anal 2017;25(1):71-83
3. Lagey K, Duinslaeger L y Vanderkelen A. Burns 1995;21(7):542-543
4. Medscape. Phytophotodermatitis. Disponible en: https://emedicine.medscape.com/article/1119566-overview Fecha de acceso 12 mayo de 2020
5. Quinn J-C et al. Secondary Plant Products Causing Photosensitization in Grazing Herbivores: Their Structure, Activity and Regulation. Int J Mol Sci 2014;15(1):1441-1465.
6. Urbach F et al. Cutaneos photobiology: past, present and future. J Invest Dermatol 1976;67(1):209-224
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